Marchas nocturnas y diurnas, estudiantes organizándose en las universidades, asambleas y asociaciones que llevan meses preparándolo todo, propaganda, discursos … Y aún así lo de siempre, frentes abiertos con familiares, amigos, partidos políticos que no entienden por qué paramos. ¿Por qué una huelga? ¿Por qué tantas manifestaciones? ¿Por qué debe haber espacios no mixtos? ¿Por qué debemos revisar nuestro discurso y escuchar a mujeres que viven otras realidades distintas a las nuestras? ¿Por qué debo yo hacer huelga si este feminismo a mí no me representa?

Porque hasta el 15 de febrero de este año 9 mujeres han sido asesinadas, 9 vidas han sido arrebatadas por la lacra de la violencia de género y desgraciadamente la cifra va en aumento, según el Portal Estadístico de Violencia de Género. Porque se denuncia en España una violación casi cada 5 horas¹. Porque estamos hartas del acoso callejero, de la violencia en la familia, en el trabajo y en el ámbito académico. De tener menos oportunidades laborales por el hecho de ser mujer y de ver también como algunas están en una situación más invisibilizada que la nuestra, y debemos solidarizarnos con ellas y aliarnos en su lucha, y nunca apropiarnos de sus espacios. Estos son solo algunos ejemplos, pero hay más, hay más realidades distintas que debemos escuchar, comprender y apoyar, hay más injusticias por las que hemos parado.

Se ha convocado una huelga general que ha traído muchísimo revuelo, manifestaciones y concentraciones repudiando la violencia machista y la constante opresión que las mujeres sufren bajo una sociedad patriarcal. Piquetes, gritos en las calles, pancartas, grupos de mujeres que estamos hartas de ser sometidas pero todo esto no acaba aquí.

Cuando se convoca una huelga general no solo se para, no solo se deja de ir a trabajar o estudiar, la huelga implica parar no solo la producción, sino también el consumo. ¿De qué sirve gritar consignas empoderantes si luego vamos a la terraza a tomar unas cañas? ¿De qué sirve no ir a clase y asistir a las manifestaciones si luego nos vamos a cenar fuera y las camareras de ciertas cadenas de restaurantes están saturadas de tanto trabajo? ¿De qué sirve el feminismo si es solo para unas pocas? ¿De qué sirven las quejas contra el orden establecido si no vemos otras realidades, si no entendemos a la que no puede hacer huelga porque si no pierde el trabajo?

Cabe señalar también la instrumentalización del movimiento feminista por parte de entidades privadas. Flaco favor le hacéis a las mujeres ofreciendo descuentos y promociones enmarcados en el 8-M si negáis el derecho a huelga, ponéis en una situación precaria a una mujer que se queda embarazada, miráis hacia otro lado cuando compañeros y directivos agreden sexualmente a otras compañeras o dejáis a las trabajadoras de la limpieza desamparadas de cualquier derecho laboral. Así que agradecería que dejarais de mercantilizar con nuestras consignas y nuestras reivindicaciones si la camiseta que nos queréis vender viene de un proceso productivo que roza la explotación laboral.

De esta instrumentalización tampoco se libran partidos políticos que quieren pactar o ya han pactado con aquellos que nos llaman “feminazis”, pero en cambio deciden montar sus actos y hablar de un feminismo que no nos incluye a todas. De un feminismo sin un componente de clase y que no es antirracista y descolonial, que no incluye a las mujeres trans, un feminismo sin reflexión sobre los privilegios de los que gozan algunos colectivos y otros no, sin cuestionarse el modelo hegemónico de la monogamia o al menos comprender qué otro tipo de relaciones existen y que deben tener el mismo respeto que cualquier otra, sin comprender el alcance de los cuidados en las relaciones y de la importancia de deconstruir nuestros valores y nuestras relaciones sexuales y afectivas. En definitiva, sin entender a todas las mujeres, sin que todas reflexionemos y nos escuchemos activamente. El feminismo no se entiende si no es para todas las mujeres.

Estoy segura de que hay más cosas de la jornada de ayer que deben ser corregidas, hay más análisis que deben ser considerados. Problemático es que nuestras reivindicaciones pretendan agitar, pretendan cambiar las cosas y se nos trate de ingenuas, y no se nos tome en serio. Pero hay que resaltar que la convocatoria fue masiva y ojalá el año que viene salgamos no solo por el 8-M, sino a lo largo de todos los meses por más causas y con más conciencia.

Por esto último digo que sepáis que somos cada vez más las mujeres que intentamos día tras día revisar nuestros comportamientos y actitudes, mejorarlas y escuchar a quienes las señalan. Así que por muchos lazos morados que pongáis y por mucho que os apropiéis del discurso que las mujeres combativas han estado construyendo a lo largo de la historia, no representáis al feminismo y vuestro intento de encajar cínicamente en los medios de comunicación solo demuestra vuestra incapacidad de darnos voz y la perpetuación de una serie de opresiones.

Finalmente querría puntualizar que los párrafos anteriores son solo parte de lo que he ido reflexionando, podríamos hablar de la batalla de egos masculino para ver quien se proclama mejor aliado, de la condescendencia paternalista con la que nos tratan algunos compañeros en el ámbito personal y académico, de la necesidad de modelos que rompan el esquema hegemónico, de la violencia obstétrica, pero también podría hablar de las compañeras que te llaman y se aseguran de que  llegas bien a casa, ojalá no tuviera que ser así, de la complicidad para defendernos cuando a una mujer se la juzga por decidir ser libre, de la escucha atenta y que no juzga cuando alguna comparte una experiencia de acoso o agresión y de la ayuda y estima entre mujeres. Contar con vosotras compañeras es un orgullo, seguiremos luchando y revindicando lo que es nuestro colectivamente desde la sororidad y el respeto, gracias por todo lo que he aprendido con vosotras y por todo lo que me queda por corregir y aprender.

Así que ahora lo que, al menos, a mí me queda es estar rodeada de mujeres que me escuchan, apoyan y con las que aprendo cada día.


Olympia Arango Castro, estudiant de 2n d’Economia a la Universitat Pompeu Fabra. Membre de deba-t.org des del juliol de 2018.

 

¹https://www.eldiario.es/sociedad/mujeres-denuncian-Espana-violacion-horas_0_803519814.html