¿Aceptas los términos y condiciones de esta red social? Nuestra respuesta no se hace esperar: Sí, QUIERO. Pero, ¿cuántos de nosotros se las han leído realmente? Es más, ¿Cuántas empresas saben que cuando hacen una promoción en Facebook está prohibido por la red social utilizar los “me gusta” a una foto como método de selección del ganador? Lo peor no es en sí el desconocimiento que pueda ser mayor o menor en este tema sino que las redes cambian a su antojo las reglas, con una breve notificación basta para ello.
Es más, si tenemos algún problema y queremos emprender una acción judicial contra la red social debemos ir a California, Palo Alto a resolver nuestras diferencias. En este caso, sólo Pinterest, Gryndr y alguna otra aislada tienen mecanismos de resolución de conflictos alternativos, que incluyen el arbitraje. Un problema sobretodo si tenemos en cuenta el desequilibrio que existe entre usuario y plataforma web. Otros problemas que podemos encontrar es cuando un familiar fallece, otro usuario nos suplanta la identidad, no siendo famosos y cuando por alguna razón se nos suspende la cuenta.
En el primero de los casos el proceso es poco menos que angosto, muestre certificado de defunción y además díganos su grado de parentesco, todo ello documentado. En el segundo, demostrar que la persona no es quién dice ser implica demostrar que somos nosotros mismos y que es un tercero quién nos suplanta la identidad. Parece de broma, pero no lo es tanto en algunos perfiles en los que uno no se identifica con nombres y apellidos, lo cual hace que el agujero de la inseguridad jurídica se haga más grande.
El último de los escollos aquí expuestos es cuando la plataforma decide suspender temporalmente una cuenta: ¿Qué hacemos para demostrar nuestra inocencia? … Tiempo y mucha paciencia. A parte de nuestro estado emotivo, lo que ocurrirá es que la plataforma web nos solicitará una serie de datos en un formulario, que de estar bien relleno, no habría de suponer más que un trámite para finalmente recuperar nuestra cuenta. En caso de no conseguirlo y querer nuestros datos y recuerdos web recomiendo esperar o ponerse en contacto con un especialista. En caso contrario, lo más sencillo es crear otra cuenta con un correo nuevo.
En todo caso, los problemas expuestos normalmente tienen una solución más o menos satisfactoria y no hay que tener respeto a introducirnos en las diferentes redes sociales, de más variada naturaleza. Eso sí, actuar con cautela y siempre teniendo en cuenta que el negocio de los datos está a punto de explotar. No es menos cierto que en Europa tenemos una normativa de protección de datos que podemos calificar de garantista, pero las redes sociales son del otro lado del atlántico, donde esta normativa se mira desde otro prisma.
Por último, no hay que olvidar que estamos en el inicio de las redes sociales, donde todo problema aún parece extraño y nos queda un mundo por explorar. Por tanto, adentrémonos, no solo como usuarios sino también desde la academia y la profesión. Es, sin duda, el nuevo mundo a descubrir.
Autor: José Andrés de Lorenzo-Cáceres Apolinario, Abogado asociado, NIFLED.